7. Moviendo desde el pelo hasta la punta del pie!

El día 9 de mayo la clase de estrategias se basó en cómo podemos aprender a mover cada parte de nuestro cuerpo, desde los dedos del pie hasta como con los ojos expresemos lo que sentimos por dentro, para esto nos pidieron que fuéramos a la clase con ropa cómoda para así tener más libertad al momento de movernos. Lamentablemente la sala (como es de costumbre) se nos hizo pequeña y tuvimos que acomodarnos  rápidamente a tener que chocar con nuestros compañeros al realizar las actividades.

Al momento de entrar la profesora dejo en claro que tenías un problema: teníamos mucha comunicación verbal y que no sabíamos ocuparla, por lo cual la clase se trató de realizar la clase en el mayor silencio, fue difícil ya que somos como gallinas y hablamos mucho, nos reímos muy fuerte, por suerte todo resulto bien y nos pudimos concentrar un poco más en nosotros mismo y guardar para la salida el momento de compartir las experiencia.

¿Pero cómo podríamos expresarnos sin hablar? Era la gran interrogante que muchos tenías, la profesora se basó en el relajo que cada uno podía llegar a tener para esto realizamos varios ejercicios a través de la clase, básicamente eran ejercicios de respiración y en los cuales tratábamos de estirarnos lo más posible y así conseguir un relajo completo, otra acción fue darnos breves y sensibles masajes al compañero de al frente también nos acostamos con la idea de sentirnos a fuera de nuestro propio cuerpo, donde sentíamos cada parte de nuestro cuerpo y lo esencial que eran para nosotros. Para nuestra fortuna las risas estaban completamente permitidas!!

Además del relajo teníamos que cumplir con el objetivo de expresarnos sin hablar, para esto ocurriendo dos experiencias claves, la primera fue caminar sin rumbo dentro de la sala y al encontrar a las personas tenías que saludarlas sin hablar y expresar el tipo de saludo a través de la mirada, fue una actividad larga ya que debíamos saludar primero con la mano derecha, luego la izquierda, agarrarle la mejilla o la oreja a cualquier persona que se cruzara por el frente de uno; claramente esta actividad originaba grandes carcajadas entre todos porque todos nos saludábamos con caras y actitudes distintas por lo cual más de alguno se transformaba en el foco de risa de toda la clase. La segunda actividad clave de expresión se trató de caminar de espaldas y encontrar a otra persona o realmente encontrar su espalda, con esa persona debíamos expresarnos moviendo la espalda, sin mirarnos ni reírnos para así lograr expresar a través del movimiento la mayor cantidad de emociones.

Para terminar la clase nos reunimos en grupo para expresarnos y conectarnos a través del toque de las manos del compañero, formando hermosas energías positivas y traspasándonos más de alguna emoción  y conocer más al otro. Lamentablemente la clase se hizo corta y sentí que se generó poco desarrollo del movimiento en si, quedando con gusto a poco, espero poder moverme más la próxima clase!!