En nuestra segunda clase de Estrategias, nos teníamos que dividir en dos grupo (los pares e impares, a partir de una lista anteriormente publicada), yo soy impar y la instrucción era que los pares harían mascaras junto a la profesora y los impares iríamos a la sala de computación para hacer la creación del blog, pero nuestra sorpresa fue mayor al llegar a la sala de computación y tener que esperar por un largo periodo de tiempo hasta que el profesor nos aclaró que la sala estaba ocupada por los estudiantes de medicina y que no podíamos hacer nada ya que era un problema de programación de los encargados de la sala, nos tuvimos que dirigir a la sala donde estaban trabajando los pares para hablar con la profesora y tener alguna respuesta clara; creo que nuestra llegada fue algo caótica y al saber que lo único que podíamos hacer era resignarnos e irnos a nuestras casa nos dio una mezcla de impotencia y risa, como teníamos que sacar fotos durante la clase lo único que atinamos fue a tomarnos fotos haciendo puchero, claramente en forma irónica porque internamente estamos felices de tener ese momento “libre”. Después de eso el profesor nos explicó cuál era la idea de la clase de ese día y también nos aclaró como se tenía que realizar de buena manera las 500 palabras de la clase anterior, además de pedirnos que escribiéramos una autobiografía que fuera chistosa o que tuviera la intención de atraer al lector (de 500 palabras también) y se dedicó a explicarles lo sucedido en la clase anterior a los compañeros que no pudieron asistir.
Cuando ya nos habían “liberado” algunos se fueron inmediatamente, otros se fueron a estudiar a la biblioteca de la universidad y otros, como estábamos en la semana de terapia, nos dedicamos a preparar y realizar actividades que nos faltaban para la alianza. Por mi parte, estuve esperando a mis amigas pares que estaban realizando las máscaras y en esa espera, con mis amigas impares, nos dicamos a preparar un show para “Mi nombre es” que se iba a realizar al día siguiente, el viernes.
Desde ahora hablare de mi preparación netamente artística para el día siguiente, decidimos hacer “Axe bahía” y bailaríamos “Chuchuca” pero a esa altura éramos un hombre y dos mujeres, por lo que necesitábamos dos hombres más que se sumaran a nuestra locura de bailar chuchuca, mágicamente apareció el Michael y el Felipe y nos salvaron nuestra insipiente agrupación. Desde hay coordinamos nuestro vestuario y empezamos a practicar el difícil baile que hace algunos años fue furor para nosotros (insipientes púberes en esa época). Debo admitir que fue todo un reto encarnar a Bruno, había que crear un ambiente y claramente tenía que creerme el cuento de ser un hombre deseado! Para mi suerte no me costó y resulto todo bien, la coreografía en su complejidad infinita no nos complicó y salimos muy bien parados en el show.
Resumiendo, fue una clase bastante breve.
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