domingo, 2 de junio de 2013

10. De la nada a un todo




Comenzar esta clase del jueves 30 de mayo, para mí, venía con una carga emocional especial ya que sabía más o menos de lo que trataría la clase ya que lo habíamos experimentado en la clase anterior, para esta actividad los chicos y chicas del grupo 2 debieron llevar a la escuela un objeto invaluable para ellos, algo que nunca dejarían o regalarían a algún amigo o cercano. Los objetos fueron variados, más de alguno a simple viste poseía un incalculable valor emocional; y su elección era por variados motivos como familiares, recuerdos de la infancia o algún ser querido o de algo que ya no tenemos o nunca tuvimos al alcance.
Pero no me quiero fijar ni hablar de los objetos  que decidieron llevar por que eso es tan íntimo como las cosas que  se hablaron y que ellos quisieron contarnos. Pero de que hablaría si no puedo comentar todo lo que vi y oí? Pues hablare de cómo me sentía cuando cada uno de las personas pasaban adelante y hablaba además de comentar como los demás demostraban en sus rostros todo lo que sentían al mismo tiempo que yo.




Difícil de entender seria escuchar a alguien decir que no sintió cercana alguna historia, algún momento o recuerdo escuchado en clase, para mi cada objeto tenía una identidad, un sentido o un porque y si es que no tenía un porque claro con una explicación breve se hallaban todas las respuestas lógicas o no a las interrogantes de ¿porque ese objeto?, a medida que hablaban dentro mío sentía que afloraba un recuerdo o compartía experiencias con la persona que hablaba, recordaba a familiares, amigos y actividades que marcaron mi vida para siempre.
En más de alguna ocasión me dieron ganas de ir y abrazar a la persona que hablaba, sentía que a veces las palabras sobraran si la emoción se dejaba clara en una lagrima o sonido angustiante emitido por la persona, estoy más que seguro que a todos nos pasó lo mismo ya que las caras de todos lo demostraban, quizás es raro expresar eso con un gesto, pero no sé cómo lo presentía.


Como algo completamente mío, cuando entre a esta carrera, nunca pensé en encontrarme con personas que a mi edad puedan entender y compartir mi religión como lo hago yo, soy católico y no avergüenza decirlo a todas las personas y más de alguna compañerita en esta ocasión me dejo claro que perseguía los mismos ideales que yo, que éramos el “Team de Jesus” dentro de la escuela (lo cual más de alguna carcajada soltó en boca de varios), lo cual me alegro mucho
Para finalizar no me queda más que darles las gracias a todos los que hablaron delante de los demás hoy, gracias y de nuevo gracias; sé que esto es recién el comienzo de una gran amistad entre todos, sigamos fortaleciendo la confianza que cada jueves generamos y no tengamos miedo de expresarnos porque todos tenemos derecho a hacerlo. Los quiero mucho!!




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