Jueves 23 de mayo, la tarde y mi cabeza se llenaban de
interrogantes, ¿Por qué? Te preguntaras tu querido lector, porque para la clase
de estrategias debíamos dividirnos en tres grupos (para hacerlo más fácil nos
dividimos igual que en los grupos de matemáticas) y yo perteneciente al primer
grupo con mis compañeros de grupo debíamos llevar diario, mucho diario, miles de diarios y aquí nacen las interrogantes: ¿Para qué tanto diario?, ¿Qué
haremos con tanto diario?, ¿Solo nosotros trabajaremos? y ¿Qué harán los
demás?, pero nadie se imaginaba las respuestas que tenían esas preguntas.
Al entrar a la sala nos pidieron que los integrantes del grupo hiciéramos un
circulo al medio de los demás compañeros y dejáramos dentro de nuestro circulo
todos los diarios que habíamos llevado, y aun en este momento no sabíamos que
haríamos y lo más seguro de pensar era que tendríamos que hacer el ridículo
actuando noticias ante los demás, pero la cosa era totalmente distinta, nos
pidiéramos que pensáramos en una persona, la más influyente sobre ti, la que ha
estado contigo en las buenas y malas; era la persona, cosa o ser incondicional
en la cual te sientes reflejado y siempre será tu apoyo y yo durante todas las
instrucciones pensé en mi abuelita, pero ¿para que el diario y que pensáramos
en esa persona especial?, la idea era construir con diario y scoch un objeto
que tuviera relación y recordara a la persona que habíamos pensado.
Quizás para más de alguno fue complicado pensar tanto en la persona y más en el
objeto que lo representara, pero como dije antes siempre mantuve en mi cabeza
la figura de mi abuela y por suerte sabía que cosa la representaba de pies a
cabeza, un par de palillos para tejer un ovillo de lana ; por lo tanto 3, 2, 1
manos a la obra! La única forma que tuve para hacer fue enrollando una hoja de
diario afinarlos en una punta y enancharlos en la otras, hacerlo dos veces, y así
los palillos estaban listos y para el ovillo de lana solo corte tiritas de
diario y las pegue entre si haciendo una tira larguísima la cual al enrollarse
daba la real sensación de ser un ovillo, no sé si tuve la suerte o no de que me
envale tanto en mi objeto que no me preocupe de los demás ni de ver sus objetos
por lo cual la siguiente parte de la actividad seria aún mejor desde mi punto
de vista. Luego que terminamos de hacer los objetos tuvimos unos minutos para
tomarnos fotos ya que después estaban prohibidas las fotos, ya que entraríamos
a un momento íntimo, donde cada uno explicaría de objeto y en quien pensaba al
hacerlo, pero claramente eso o es tema para este blog pero lo único que te
puedo decir es que cada vez siento más fiato entre los mechones de TO, un
cariño que aumente día a día y una confianza que se ve poco.
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